Justicia Ambiental

En la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el derecho a la salud figura desde el principio. Actualmente, se está debatiendo si el derecho a un medio ambiente limpio debe añadirse positivamente. Administraciones de todos los niveles se comprometen con la justicia ambiental: desde el Gobierno de EE.UU. hasta la UE, pasando por el ámbito municipal, por ejemplo, en Berlín.

Justicia Ambiental sería un estado en el que todos los ciudadanos, independientemente de su origen socioeconómico o demográfico, viven en un entorno saludable. Estudios de investigación ya han demostrado que los grupos de menores ingresos, los ciudadanos de color o los ciudadanos con antecedentes de inmigración están desproporcionadamente desfavorecidos. (más sobre la justicia ambiental)

3 Pasos para la Justicia Ambiental

  • Controlar la calidad del aire

    La Justicia Ambiental empezaría por prestar la misma atención a los niveles de contaminación en cada distrito o barrio. Los limitados recursos financieros de la comunidad no deben ser la causa de un seguimiento inadecuado.

  • Considerar los impactos acumulativos

    Además de los niveles de contaminación, hay que tener en cuenta otras cargas -como las malas condiciones de la vivienda o el acceso insuficiente a la atención sanitaria- para comprender el impacto acumulativo, que como fuerza combinada empeora las condiciones de vida. (más sobre el impacto acumulativo)

  • Información contextualizada para obtener información práctica

    A partir de esta información contextualizada, se pueden derivar conocimientos prácticos: priorizar las contramedidas y las campañas, orientar a los grupos de riesgo para que reduzcan su exposición y convertir los datos abstractos en información relevante para los ciudadanos, de modo que todos puedan protegerse a sí mismos y al medio ambiente ajustando su comportamiento.